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Queridos amigos,
En esta temporada de festividad y reflexión, nos reunimos para celebrar la esencia más profunda de la Navidad: el nacimiento de Jesús. En medio de las luces brillantes y las tradiciones festivas, es esencial recordar el significado sagrado que subyace en esta época del año. La historia del humilde nacimiento en Belén nos recuerda la grandeza que puede emerger de la sencillez. En ese pesebre, en medio de la oscuridad de la noche, la luz más brillante iluminó el mundo. Un niño nació, llevando consigo la promesa de amor, redención y esperanza. La Navidad no solo nos invita a regocijarnos en la llegada de un niño en un establo, sino también a reflexionar sobre el significado profundo de este regalo divino. En Jesús, encontramos la personificación del amor incondicional y la guía para una vida de compasión y bondad. En este tiempo, volvamos nuestros corazones a la espiritualidad, cultivemos la paz interior y compartamos el amor que Jesús nos enseñó. Que nuestras acciones reflejen la luz de Cristo, iluminando los corazones de aquellos que nos rodean.
mejores dones al mundo: la amabilidad, la comprensión y la generosidad. Que nuestras vidas sean testimonios vivientes del mensaje de amor que trajo Jesús. Que esta Navidad nos inspire a mirar más allá de las festividades externas y a sumergirnos en el significado espiritual que yace en el corazón de la temporada.

Que la gracia divina nos guíe y nos llene de paz y alegría en esta época navideña y a lo largo del año que está por venir. Por otro lado, al cerrar el libro de un año lleno de desafíos y triunfos, nos encontramos en el umbral de una nueva página en blanco: el Año Nuevo. Es un momento para reflexionar sobre nuestros logros, aprender de nuestras experiencias y mirar con esperanza hacia el futuro. Cada campanada de medianoche nos recuerda que, como adultos, llevamos consigo la responsabilidad de nuestras elecciones y la capacidad de moldear nuestro destino. En este Año Nuevo, propongo que abracemos el cambio con valentía y nos comprometamos a crecer, a amar más y a vivir con propósito. Que la resiliencia que hemos demostrado durante el año 2023 nos fortalezca para enfrentar cualquier desafío que se presente. Recordemos que la vida es un viaje, lleno de capítulos por descubrir, y que cada día es una oportunidad para reinventarnos. Brindemos por la amistad duradera, por el amor que nos rodea y por las lecciones que nos han hecho más fuertes. Que el Año 2024 nos traiga momentos de alegría, risas contagiosas y la serenidad para aceptar lo que no podemos cambiar. Mientras nos aventuramos hacia el futuro, recordemos apreciar la belleza en las pequeñas cosas, cultivar relaciones significativas y perseguir nuestras pasiones con determinación. Que este Año Nuevo sea un lienzo en blanco para escribir nuevas historias de éxito, crecimiento personal y momentos inolvidables. Deseamos a todos un Año Nuevo lleno de promesas cumplidas, sueños realizados y una salud vibrante. Que cada día nos acerque un paso más a la mejor versión de nosotros mismos. Feliz navidad y un próspero 2024
Les deseo a todos ustedes en nombre de la revista Con los ojos abiertos
Nilton Alexis Gómez Flores
Director Ejecutivo